Un caso de depresión con pensamientos suicidas.
Comparto con ustedes el caso de un hombre, joven.
El llega a la consulta diciéndome que está aquí, como última opción.
Realizamos su árbol genealógico lo más detallado posible.
El me contaba que hace mucho tiempo que no veía los colores de la vida,
que había luchado con tantas batallas internas, con una sensación de
estar llegando al fondo, sintiendo un vacío que lo hacía sentir como si
perdiera peso.
Le menciono a mi consultante: estas directamente relacionado con un
drama familiar. Tu tia, la hermana de tu madre que murió ahogada en el
mar en el terremoto de Valdivia.
(Ella se encontraba mar adentro cuando empezó el terremoto).
Decir además que se mostró un tanto incrédulo a la terapia, hasta que le menciono esta conexión con ella.
Más evidente fue esta fidelidad familiar cuando trabajamos con su tía.
Su rostro, su expresión y sus lágrimas, le dieron la respuesta. El ha
vivido con la sensación del dolor de los últimos momentos de su tía al
morir.
El cuerpo de su tía, no fue encontrado.
Al terminar la sesión, notando claramente el cambio que experimentó con
esta nueva toma de conciencia, tan grabada inconscientemente y jamás
reconocida conscientemente, fue capaz de asociar más episodios de su
vida a esta fidelidad con la tía.
A la media hora, recibo un WhatsApp de el diciéndome lo siguiente:
"Cecilia, me olvide contarte que mientras hacia los ejercicios contigo,
sentí por momentos lo que mi tía sintió al sumergirse y sin salida, pude
llegar a escuchar afuera los gritos, la gente en el mar, se sentía
abandonada y sola. No veía a nadie más, aceptando y resignándose a la
muerte".
Tantos años de terapia, tantos casos y aun me sorprendo de como llevamos
tan grabado en nuestras células dramas familiares no resueltos.
Como terapeuta, tengo la certeza que este hombre empieza un nuevo camino de vida.
Muchas gracias por permitirme compartir tu caso.
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